En la madrugada del 3 de octubre de 2025, Rusia ejecutó su ataque más contundente contra Ucrania desde el inicio del conflicto en 2022, dirigiendo 35 misiles, muchos de ellos balísticos, y 60 drones hacia las instalaciones de extracción y procesamiento de gas de Naftogaz en las regiones de Járkov y Poltava. Este asalto masivo, que incluyó armas de precisión de largo alcance lanzadas desde tierra, aire y mar, así como drones de combate, tuvo como objetivo paralizar la infraestructura energética ucraniana y afectar la moral de la población civil al interrumpir servicios esenciales como la calefacción y la electricidad. (es.euronews.com)
Las autoridades ucranianas informaron que, aunque parte de los misiles y drones fueron interceptados por las defensas aéreas, algunos impactaron directamente en las instalaciones de gas, causando daños significativos. El director ejecutivo de Naftogaz, Serhii Koretskyi, calificó el ataque como un acto de "terrorismo deliberado" dirigido a instalaciones civiles sin justificación militar, con el objetivo de privar a la población de calefacción durante los meses de invierno. (lavanguardia.com)
En respuesta, Ucrania llevó a cabo ataques con drones de largo alcance contra instalaciones en territorio ruso, incluyendo una refinería de petróleo en Orsk y la planta química Azot, causando daños significativos. El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que todas las instalaciones ucranianas previstas fueron alcanzadas y reportó la destrucción de 20 drones ucranianos durante la noche. (apnews.com)



